# 0048 Cabos
sueltos: Frege y la teoría semántica
Un tema que no hemos acabado del todo es cómo entender
correctamente lo que Frege dice en la sección § 32 de Grundgesetze acerca del sentido de las oraciones. Para esto cité
algunos mensajes atrás el siguiente pasaje de “Apuntes para Ludwig
Darmstädter”:
“Se tiene que
distinguir entre el sentido y el significado de un signo (palabra, expresión).
Cuando un astrónomo enuncia algo de la Luna, la propia Luna no es parte del
pensamiento expresado. La Luna misma es el significado de la expresión “la
Luna”. Esta expresión tiene que tener entonces, además de su significado, un
sentido, el cual puede ser componente de un pensamiento: la oración puede ser
considerada como un retrato del pensamiento de manera que a la proporción de la
parte respecto al todo en el pensamiento y a las partes de pensamientos
corresponden en lo general en la misma proporción las oraciones y las partes de
las oraciones.”
Lo que Frege aclara en este pasaje es que el significado de
‘la luna’ es la luna, pero que la luna no puede formar parte de ningún
pensamiento; la luna es pesada y viaja muy rápido, los pensamientos no tienen
peso y no ocupan ningún espacio. Quizá podríamos agregar que para Frege la luna
es real, mientras que los pensamientos son objetivos y sería preferible no
hablar de ellos como reales. Lo que en todo caso puede formar parte del
pensamiento no es la luna, sino el sentido de la expresión ‘la luna’, y es este
sentido el que establece que el significado de los signos ‘la luna’ sea la
luna.
Si esto fuera todo, quienes como Kripke identifican
‘sentido’ (fregeano) con lo que usualmente se llama ‘significado’ y
‘significado’ (fregeano) con ‘referente’ tendrían razón, y quienes piensan que Frege
establece aquí una teoría general de significado al menos en sus contornos
generales, también. Dejemos esto así, por el momento.
El pasaje citado continúa así:
“En el reino del
significado la situación es diferente. No se puede decir que Suecia sea una
parte de la capital de Suecia. El mismo objeto puede ser el significado de
diferentes expresiones y alguna de estas expresiones puede tener un sentido que
será diferente del sentido de otra de estas expresiones. La coincidencia en el
reino del significado puede venir acompañada de una distinción en el reino de
los sentidos. Así, es posible que una oración de la forma “A = B” exprese un
pensamiento que esté más lleno de contenido que un pálido ejemplo de la ley de
identidad. Un reconocimiento puede ser mucho.”
El objetivo principal de estos pasajes es evidentemente
arrojar alguna luz sobre la distinción que Frege hace entre sentido y
significado, y esto aparentemente para alguien no familiarizado con su
doctrina. Por esto quizá le haya parecido lo más natural partir de expresiones
que tienen, sin duda, significado; y explicar a mano de éstas cómo es que el
sentido de los símbolos es lo que establece el significado de éstos. Un poco
más adelante en el texto reclamará que también las oraciones enteras tienen un
sentido, y vía este sentido, un significado. Todo aquí parece indicar que el
sentido de las oraciones enteras lo construimos a partir del sentido de las
expresiones que las componen. Y así parece ser que e.g. Kripke entiende lo que
él llama “la doctrina de Frege”.
Pero, como sabemos, en su construcción de sistema Frege no
procede así. Allí rige el principio de contexto, en el cual el sentido de las
expresiones suboracionales procede del sentido de la oración entera. Las partes
en las que analizamos las oraciones enteras dependen de cuál parte de la
oración la tomamos como el argumento y cuál como la parte predicativa – Frege acaba
con la idea de que el análisis lógico debe proceder, e.g., en términos de
sujeto y predicado. Y en la construcción del sistema emprendida en Grundgesetze, las unidades mínimas de
significado siempre son oraciones enteras y lo que estas significan, valores de
verdad; o se trata de los objetos basados en oraciones enteras, las extensiones
de conceptos.
Yo pienso que si se quiere mantener la idea de que en los
pasajes arriba Frege enuncia elementos de una teoría semántica y no da
meramente ejemplos tomados del lenguaje de uso diario para ilustrar un
determinado punto de su teoría, debería haber algún gesto hacia la construcción
de una conexión entre tal teoría semántica y los elementos constructivos de Grundgesetze. Pero no hay nada de esto,
hasta donde sé.
La actitud de Frege tenía, más bien, una
orientación en sentido opuesto: el pensamiento para Frege es objetivo, pero no
lingüístico. Le damos expresión al pensamiento vía nuestro lenguaje, pero no es
el objetivo del lenguaje revelar la estructura del pensamiento. Una idea muy
parecida la encontramos también en el Tractatus,
en particular en 4.002. Lo que Frege trataba de hacer es “liberar” el análisis
de la vestimenta del lenguaje natural que hace difícil ver su estructura. Frege
también deploraba el nombre que él le dio a este simbolismo libertador: Conceptografía. No se trata de encontrar
una notación para los conceptos, sino para los pensamientos y sus relaciones.
Lo que también induce al error es hablar de la conceptografía como de un
lenguaje – pues no era un lenguaje lo que Frege quería construir, sino un
sistema simbólico para representar el mundo de los pensamientos sin otros
objetivos que el de estudiar a través de este sistema las leyes del ser
verdadero.