Sunday, April 5, 2015

# 0040 Sobre el sentido de los nombres de la conceptografía (§ 32 GGA I)

Lo que, en propias palabras de Frege, lo obligó a desechar el primer intento de ejecutar el programa, anunciado en Grundlagen, de formular las leyes fundamentales de la aritmética, era que no había distinguido entre el pensamiento y su significado, ni que tampoco había descubierto que lo que normalmente es el sentido de una oración, el pensamiento que expresa, se convierte en su significado cuando ocurre dentro de otra oración:

“... En este caso, el sentido de la oración es el pensamiento, y su significado es su valor de verdad. A esto se añade todavía el reconocimiento que el valor de verdad sea lo verdadero, ya que yo distingo dos valores de verdad: lo verdadero y lo falso. ... Aquí meramente quiero mencionar que la oración indirecta sólo así puede aprehenderse correctamente. Es que el pensamiento, que de otra manera es el sentido de la oración, se convierte en la oración indirecta en su significado. Cuánto más simple u nítido todo se vuelve gracias a la introducción de los valores de verdad sólo la ocupación intensa con este libro puede enseñar.

En “Sobre sentido y significado” Frege ilustra este descubrimiento con material que tiene a la mano – i.e., ejemplos tomados del lenguaje natural. Pero la importancia científica para Frege la adquiere este descubrimiento en la construcción sistemática de la ciencia, y la relación entre esta y el lenguaje natural para Frege es, que aquella requiere un lenguaje ideal que supera las ambigüedades y ficciones que surgen con el uso de éste.
Ahora nos queda quizá una duda: mientras que el sentido de una oración es algo que comúnmente cualquiera entiende que está familiarizado con el sistema de signos que se usa para formular la oración, en el § 32 Frege define el sentido de los nombres primitivos de manera más específica y restrictiva:

Pero no sólo un significado, sino también un sentido corresponden a todos los nombres, formados correctamente de nuestros signos. Cada nombre de un valor de verdad así expresa un sentido, un pensamiento. Es que, por medio de nuestras estipulaciones queda determinado en cuales condiciones el mismo significa lo verdadero. El sentido de este nombre, el pensamiento es éste: que estas condiciones se cumplen.

En otras palabras, cada oración verdadera es un nombre de lo verdadero y expresa el pensamiento de que es un nombre legítimo, condición necesaria y suficiente, de acuerdo a Frege, para que sea un nombre de lo verdadero.
Creo que conviene reproducir aquí el resto del § 32 y la explicación que Frege da de la relación entre la oración como nombre de lo verdadero y sus sentido:

Una oración de la conceptografía consiste ahora de la barra de juicio y de un nombre o de una marca latina de un valor de verdad. Tal marca se convierte, sin embargo, en el nombre de un valor de verdad mediante la introducción de letras alemanas en lugar de latinas anteponiendo cavidades según el § 17. Imaginémoslo realizado, entonces tenemos únicamente el caso de que la oración se compone de la barra del juicio y de un nombre de un valor de verdad. Por medio de tal oración se asevera ahora que este nombre significa lo verdadero. Puesto que al mismo tiempo expresa un pensamiento, entonces tenemos en cada oración de la conceptografía legalmente formado un juicio, de que un pensamiento es verdadero; y entonces ya no es posible que falte un pensamiento. ...

Ahora bien, los nombres simples o los que a su vez están compuestos, de los cuales consiste el nombre de un valor de verdad, contribuyen a expresar el pensamiento, y esta contribución es su sentido. Si un nombre es parte del nombre de un valor de verdad, entonces el sentido de aquel nombre es parte del pensamiento que éste expresa.

Necesitaremos reflexionar un poco sobre esto, creo.

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