Monday, March 2, 2015

# 0032

Independientemente del hecho de que Frege ahora distingue entre sentido y significado, la diferencia entre los pasajes que tratan del “problema de César” en Grundlagen y en el § 10 de Grundgesetze I es que en éste, los únicos objetos por considerar concretamente son valores de verdad o rangos de valor; Frege no parte (digamos a diferencia de Tarski) de un universo de objetos independientes de la construcción del sistema. Todos los objetos que la conceptografía tiene que considerar son aquellos para los cuales se estipularon nombres en la conceptografía. Pero por otra parte, la única restricción para las estipulaciones de los nombres son las estipulaciones ya hechas; es decir, Frege por una parte tiene que asegurar que las nuevas estipulaciones no entren en conflicto con estipulaciones previas, y por otra parte que estas estipulaciones establezcan marcas de reconocimiento unívocas para los objetos en cuestión y que no valgan también para otros objetos distintos cuyos nombres tendrán que estipularse posteriormente. Esta es la forma que el “problema de Cesar” toma en Grundgesetze § 10.

De lo anterior parece ser bastante obvio que Frege no hace ningún intento de construir una teoría semántica general cuando hace ciencia en su sentido en serio, i.e. en Grundgesetze; escritos como “Sobre sentido y significado” no cumplen con la primera y más básica de las exigencias que Frege hace a la ciencia: no hay ningún intento de establecer una teoría de significado como sistema; parece evidente que éste y otros escritos de esa época sirven principalmente para introducir a un público general un complejo de problemas que no se puede aclarar mediante definiciones o estipulaciones precisas, sino se tiene que recurrir a analogías y sugerencia, como el propio Frege asegura en varias ocasiones. Es buena la sugerencia de van Heijenoort, Hintikka y otros en el sentido de que la postura de Frege acerca de la naturaleza de la lógica y del lenguaje le haría pensar que tal empresa estaría destinada a fracasar desde el principio. El lenguaje es el medio universal; no se puede construir una teoría de significado sin caer en una petición de principio. Si es como dice Dummett (e.g. en Origins of Analytical Philosophy), que uno de las temas centrales imprescindibles de la filosofía analítica es el desarrollo de una teoría semántica, entonces ni Frege ni Wittgenstein son filósofos analíticos en este sentido.

Pero en términos generales, los problemas a que se refiere Frege en Grundlagen y en Grundgesetze § 10, desde luego, son análogos: la forma de la introducción de los nombres para rangos de valor a la conceptografía no nos permite decir de un objeto dado si es un rango de valor o no, así como la definición de la dirección de paralelas no nos permite decidir si Inglaterra es la dirección del eje de la tierra.

Ahora, en cuanto a la nueva diferencia entre sentido y significado, es claro en todo caso que la identidad de los objetos es algo que sólo puede afectar el significado de los nombres. Con excepción de ecuaciones como ‘ξ = ξ’, se usan diferentes signos de objetos a los lados del signo de identidad, y con ello, diferentes sentidos. El sentido de los nombres marca, justamente, la diferencia entre ‘ξ = ξ’ y ‘ξ = ζ’ si ambas oraciones son verdaderas. Lo que tiene que ser idéntico son los objetos; i.e., el significado de los nombres.

El escrito más famoso donde Frege explica la necesidad de hacer la distinción a que se refiere su título es “Sobre sentido y significado” que mencioné unos párrafos arriba; también es un escrito que podría servir como evidencia en contra de la aseveración de que Frege no hizo jamás ningún intento de construir una teoría semántica. Pero además, en este ensayo parece ser tan explícito como en ningún otro sobre el significado de la palabra ‘sentido’, lo que concierne una pregunta que nos quedó pendiente de aclarar.  Echaremos un vistazo a este ensayo famoso.

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