# 0023
El erudito que más frecuentemente
se asocia con el estudio de Frege es Michael Dummett sin lugar a duda. Si se le
ocurre a alguien, como sucede a mí, a cultivar dudas acerca de que la recepción
de la filosofía de Frege en la corriente principal de la filosofía analítica (si
algo así realmente existe), no es posible evadir las propuestas de Dummett. Me
parece que es un buen punto de arranque si queremos entender la “ontología” de
Frege, en el sentido al que aludí en el mensaje anterior, que empecemos por
hacer algunas observaciones sobre la ponencia de Dummett en 1993 en Jena, de la
que ya hemos citado algunos mensajes atrás.
El propio Dummett piensa de
esta ponencia como de una ruptura más bien radical con algunos puntos de vista
que él había sostenido todavía poco antes (por ejemplo en su libro Frege, Philosophy of Mathematics
publicado en 1991, en particular en los capítulos 16 “The Context Principle” y
17 “The Context Principle in Grundgesetze”);
pero a mí me parece que el sigue manteniendo unas posturas, sobre todo acerca
de la intención de Frege de proponer una teoría semántica, que inducen una
interpretación de los objetivos de Frege demasiado coloreadas por desarrollos
posteriores en la filosofía analítica y ajenas al pensamiento de Frege. Aunque
en la ponencia Dummett pone cierta distancia entre su nueva lectura del Principio de Contexto y una teoría
semántica Russelliana inspirada en la teoría de las descripciones, trata el
problema de Frege esencialmente como problema de teoría semántica a la luz de
los supuestos que subyacen, por ejemplo, a la teoría de las descripciones. Yo
creo que esto es un error fundamental si queremos entender las intenciones de
Frege.
En la primera parte de la ponencia que aquí nos interesa,
Dummett nos introduce al principio de
contexto en Grundlagen, diciendo
que sirve dos propósitos: el principio de contexto “sirve para conducirnos a las condiciones de verdad que una definición
explícita correcta del operador cardinal tiene que cumplir.” En particular
buscamos la manera de enunciar las condiciones de verdad de enunciados de
identidad que conectan los términos de números cardinales. Una definición
correcta del operador de cardinalidad es, entonces, que esta condición de
verdad sea derivable de ella. No nos vamos a entretener por el momento con
esto. Lo que importa es el segundo punto:
“El principio de
contexto sirve también para proveer una respuesta a la pregunta ‘¿Cómo se nos
dan los números?’. La pregunta está formulada en términos kantianos, pero no es
puramente epistemológica. Si ya hubiera claridad de que tales objetos como
números existen, sería apropiado preguntar cómo es que sabemos de ellos; pero
en este momento Frege todavía tiene que etablecer que hay tales objetos y, por
consiguiente, la pregunta es tanto de naturaleza ontológica como
epistemológica. ¿Cómo, entonces, se puede usar el principio de contexto para
contestarla? ... Frege trata como iguales la pregunta acerca de los números
cardinales con la pregunta acerca del contenido de términos para tales números.
Su respuesta a la pregunta kantiana de esta manera es que se nos dan los
números al aprehender los sentidos de oraciones conteniendo términos para
números.” Y mientras Dummett piensa
que el primer papel del principio de contexto que Frege le asigna en Grundlagen no es problemático, el
segundo es, al menos, discutible. Seguiremos la discusión que Dummett hace de
este segundo papel del principio de contexto.
Pero antes de iniciar esta discusión propiamente
hablando, Dummett hace una evaluación de la introducción de la distinción entre
sentido y significado después de 1890. Dummett dice al respecto: “...Frege no únicamente distinguió entre Sinn y Bedeutung, pero diseñó a partir de estas nociones una teoría
articulada que resultó en la primera teoría seria de significado en la historia
de la filosofía”, aunque no es habitual, como Frege lo hizo, hacer esta
distinción para términos singulares en general. Dummett luego procede a
describir brevemente la diferencia entre una teoría esencialmente russelliana y
la supuesta teoría semántica de Frege. Pero luego concede que aplicar esta
evaluación “sin duda correcta” de la contribución de la teoría sobre Sinn y Bedeutung de Frege a la filosofía no puede tomarse como la vía en
que el propio Frege llegó a establecerla, ya que “En ningún momento... Frege... hizo la distinción, ni siquiera para
descripciones definitas, que nos parece tan obvia, entre sus significados y los
objetos para los cuales se usan para referir a ellos.” Dummett piensa de
esto como de un defecto grave que se corrigió sólo después de 1885: “En el período en que [Frege] escribió Grundlagen, él insistió en una
distinción firme entre el signo y la cosa que significa, una distinción
gravemente borrosa en Begriffsschrift;
pero todavía estaba totalmente insensible a la distinición entre el significado
de una expresión y la cosa que significa. Ambos se confunden en una noción
única no diferenciada de Inhalt
[contenido].”
Parece que la pregunta kantiana se nos escurrió entre
los dedos y tratamos de contestar una pregunta muy diferente, que Frege seguramente
no se pudo haber preguntado: ¿cómo conciliar la supuesta teoría semántica de
Frege con lo que un filósofo analítico piensa que obviamente debe ser el marco de una teoría semántica.
Tendremos más que decir sobre esta discusión, apenas
iniciada. Para concluir esta remesa quiero hacer referencia a un seminario de Master que en estos días se da en la
Universidad de Valencia. En la bibliografía básica del seminario se hace
referencia al ensayo “Sobre sentido y significado” de Frege; desde luego
aplaudo esta traducción del título, que desafortunadamente sigue siendo la
excepción:
https://mpfcuv.wordpress.com/2015/02/02/seminario-de-investigacion-la-recepcion-del-anti-psicologismo-de-frege-en-wittgenstein-nuno-venturinha-2/
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